... cada viernes por la tarde, en otoño, se le caía una lagrimita de esas que apenas se ven.
Le sucedía cuando empezaba a oscurecerse el cielo, y su cuarto se iba apagando, confiriéndole un aspecto abandonado. Y recordaba tiempos anteriores en lo que esos atardeceres eran el presagio de las risas nocturnas, cuando salía para encontrarse una vez más en el punto acordado, y hasta la madrugada no volvía a su casa, llena de emoción y de cansancio.
Pero ahora se quedaba sentadita, muy quieta, abrazándose las rodillas y a Ifrit, y observaba la noche extenderse entre azoteas y calles, mientras esa lagrimita le resbalaba por la mejilla y sus voces se oían lejanas, como si aún estuvieran ahí fuera...
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Linda historia, como todas las que tienes aqui, cuidate mucho ok?
ResponderEliminarLo del colchón es una expresión para decir que tengo un "respaldo": si me impongo una periodicidad de publicación y se me pega el tiempo, tengo un colchón de una parte para publicar sin que me pille el toro.
ResponderEliminarY lo del doppelgänger... lo he usado de acuerdo a la definición común, solo que tu "gemelo etéreo/malvado" tiene otra connotación: más bien diría que tú pareces feliz, pero Naia es el espejo que refleja todo lo que cargas en silencio.
Por ejemplo, esta última parte: en ti difícilmente oigo la voz de esa chica a la que se le escapa una lagrimita recordando algo que disfrutaba, pero que ya no forma parte de sí misma...