El mundo al otro lado del espejo.

16.12.09

Naia...


... se envolvió en su mantita naranja, y con una de esas pajitas que tanto le gustaban, bebió otra dosis de la droga que necesitaba para mantenerse despierta. Ifrit, mientras ella le abrazaba con fuerza, pensó que ya eran cuatro noches sin dormir un par de horas seguidas, y se preocupó.

A veces, su niña cerraba los ojos durante un par de minutos, inconsciente, en medio del llanto, o mientras miraban sus dibujos animados favoritos. Pero enseguida despertaba y volvía a caminar, zombi, por la casa.

Sus ojos estaban enmarcados por sendas ojeras que asustaban a Ruk, la cual cada día le traía algo bonito para intentar animarla.

Pero nada funcionaba.

Ifrit empezó a temer lo peor la noche en que la cajita prohibida, donde se encontraba su vieja amiga de metal, volvió a ser abierta por su pequeña...

1 comentario:

  1. Es increíble lo bipolar que puede ser a veces...

    A Naia le falta algo esencial: ganas de vivir. ¿Lo logrará algún día?

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