El mundo al otro lado del espejo.

28.7.11

Naia...

... se acurrucó en la silla, mirando el mar a través del cristal, y se acarició el pelo aun mojado y áspero por la sal. Cogió un pequeño mechón y empezó a trenzarlo. Y luego otro, y otro, mientras suspiraba sonriente escuchando las olas ir y venir.
Le encantaba la playa. Aunque sólo fuera para notar el agua helada y contemplar lo cristalina que era cuando estaba tranquila, y esos pececillos que se acercaban a sus pies al quedarse quieta, o para jugar a la pelota aun cuando hacía viento, o...

11.7.11

Sigh

Está donde la luz que dicen que hay
Donde terminan los sueños de la realidad
donde se escapan los niños, si no quieres más
donde se ahogan los gritos de mi mitad

(...)

a veces tengo que hacer de tripas corazón, a veces tengo que huir porque no puedo más

(...)

Me pasaré la vida sin dormir (...) ¿Por qué me roba la vida y la razón?
Dime quién vendrá a ocupar su lugar
Por qué mis sueños se rompen de golpe



Quiero irme con él.

8.7.11

Games

Demasiadas ideas en la cabeza. Intento escribir y me llevo las manos a la cara, intentando esclarecer algo, pero es que no. No puedo.

¿No te da rabia? La inspiración viene toda de golpe, sacando mil temas que plasmar sobre el papel y, tan pronto como viene, se va. Pero tarda en volver. Bueno, esto no era de lo que quería hablar (¿ves? me está pasando otra vez. AGH)

¿Qué? Ah... sí. No, espera. Vale, vale, sí, ya voy.

Que fácil es caer en la fantasía. Tan fácil como salir de ella. Duele, cuando sales. Porque tocas la realidad, que es de lo que quieres escapar. Se está más a gusto imaginando lo que no es, pero claro, para tus ojos es.
Y de repente cualquier gesto o expresión, normal para los demás, a tí te arrastra hasta el límite. Y tienes que forzarte a tocar un poco la tierra con los pies para no dejarte llevar por la tristeza o la euforia.

No pasa mucho tiempo hasta que el inútil de tu subconsciente te lanza una idea, con esa vocecita, "¿Y si no está sólo en tu imaginación?". Ahí comienza a librarse la batalla entre ambos bandos, la cordura y la demencia en realidad, no distingues real de ficticio, y al final te dejar vencer y entras en esa felicidad engañosa de tu mundo de fantasía. Pero,
con una diferencia. Hay un intruso.


(en el fondo sabes que es artificial. ¿O no?)