El mundo al otro lado del espejo.

2.12.13

Bright lights


Creo que nunca había estado tan cansada.
Llega a casa y le tiemblan las piernas, se le cierran los ojos, se le cansan los pensamientos.
Se enciende otro cigarrillo y se asoma al tumulto de la ciudad con la esperanza de hacer callar así las voces dispersas de su cabeza.

Hace todo lo posible por acostumbrarse, pero su cuerpo no le deja. Y mientras, la marea sigue subiendo, inexorable, anunciando su hundimiento.

No soporta quedarse con el silencio de los rayos de Sol que entran, débiles, a través de las cortinas de su cuarto.


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