Look into my eyes
That's where my demons hide
That's where my demons hide
Hacía tiempo que Naia no se iba a la cama tan contenta y tan de día.
Después de una velada con cine incluido, se quedó a ver cómo ponían las calles y apagaban las luces, ahuyentando al gigante.
Pero esta vez, en buena compañía.
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