Voy más lento de lo que pasan las horas... ¡a este paso el día se va a acabar y no me habré dado cuenta!
Porque, al fin y al cabo, no somos realmente conscientes de cómo pasa el tiempo cuando lo manejamos con nuestras propias manos. Cual puñado de arena escurriéndose entre los dedos... efímero pero constante. Y aunque pueda parecer una contradicción, éstas son casi lo más bello que hay en esta vida.
Yo creo que Naia es muy impaciente. ¡La primavera acaba de empezar! Aún queda mucho tiempo para que las cosas florezcan. =)
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