Ruk ya ha plantado (algunos de) sus Nomeolvides. Y, como de costumbre, Naia se ha puesto celosa.
Así que un señor muy majo y muy guapo le ha regalado una macetita para ella sola, con mariposa incluida, y se le ha pasado todo.
Sólo quería asomarme al hueco ese que deja el silencio, pero no el silencio de cuando estás con alguien e intentas comprender su idioma de miradas perdidas, si no el otro, el feo, el que sientes gris y pesado como una losa, una losa tan larga como dos largas semanas que se transforman en un mes; un silencio tan largo e insignificante que hace que tu mente te insinúe "¿y si es uno de esos silencios para siempre...?"
Si lo hace, no hay que hacerle caso; el silencio para siempre ni siquiera podrás escucharlo cuando llegue
ResponderEliminarHola.
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