La flor que plantó Naia no ha crecido.
La pobre se lo ha tomado a pecho, hoy me ha venido sollozando con los ojos, "¡No es justo! ¡No es justo! ¿A Ruk le crece lo que planta y a mí no? ¡No es justo!"
He podido consolarla con otra flor de papel de seda.
Y al instante, se le ha olvidado.
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