El mundo al otro lado del espejo.

10.11.09

De buena mañana.








No hay ni un sólo día que no me pida sonreír con los ojos, ni uno solo.

Y a mí me molesta y me enfurruña, porque no se pueden pedir esas cosas recién levantado, pero claro, entonces me pone esa carita de pena inocente y se la ve tan.... así, que no puedo evitarlo y sonrío.

Todas las mañanas, no me libro ni una.

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