... llegó y se dejó caer en el sillón.
Se comió una galletita de esas pequeñas con forma de dinosaurio.
Miró hacia la nada, y pensó.
-otra galletita-
Pensó, hasta que se le puso un nudo en la garganta que subía hacia arriba y luchaba por salir a través de sus ojos.
-otra galletita-
El nudo venció, y su cara empezó a mojarse, aun con expresión nula.
-otra galletita-
Y fue entonces cuando Naia decidió que aquél sería su último año de existencia.