Le miró a los ojos y se apartó de su boca, haciéndole sufrir un poco más...
... hasta que no pudo contenerse y se avalanzó sobre ella, dominándola, fundiéndose contra su cuerpo y mezclando sudores y besos que petendían abarcarlo todo.
... hasta que no pudo contenerse y se avalanzó sobre ella, dominándola, fundiéndose contra su cuerpo y mezclando sudores y besos que petendían abarcarlo todo.
La noche pasó sin que se dieran cuenta, y cuando el Sol comenzaba a desperezarse, Naia se fue de allí, con una media sonrisa en los labios y la certeza de que pronto volvería a jugar sobre aquella cama.
Y como siempre, su hermana la miró con cara de reproche cuando llegó a casa.
Ruk estaba convencida de que aquél juego no iba a terminar bien."
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