El mundo al otro lado del espejo.

6.1.12

SMS

¿Sabes que los guardo? Cada mensaje que me enviaste de madrugada. Apuntados en papelitos, uno dentro de otro, hasta formar un pequeño paquete que encierre los recuerdos.
Y de vez en cuando, los despliego y los leo, y recuerdo lo soberanamente estúpidos que fuimos.

Sí, estúpidos.
Los dos.

Y al final, lo que creí que jamás podría suceder, ha pasado. Mi corazón ya no se acelera al verte -al menos no como antes. Esto es lo que hemos conseguido después de tantos años...


Me gustaría creer que no.